Cuando te encuentras en un proceso judicial es importante conocer la diferencia entre un abogado y un procurador y distinguir las funciones de cada uno de ellos durante el caso. En Easyabogado somos conscientes de que puede llevar a confusión, por ello, en este artículo te contamos sus diferencias para que no te quede ninguna duda. 

Ambas figuras desempeñan roles de gran importancia en el sistema judicial, pero sus responsabilidades y funciones son distintas, aunque complementarias. Los abogados son los profesionales que se encargan de representar a sus clientes durante los procedimientos judiciales, mientras que los procuradores se centran en las tareas procesales. A continuación, te lo explicamos en mayor detalle. 

¿Qué diferencias hay entre un procurador y un abogado?

Entender las diferencias entre las funciones de ambos profesionales es realmente importante para saber cuándo se debe acudir a uno de ellos o a los dos. 

Función principal: defensa frente a tramitación procesal

La primera diferencia se encuentra en la función principal de cada uno de ellos, el abogado se encarga de la defensa y el asesoramiento de su cliente, mientras que el procurador es el responsable de la tramitación procesal.

Papel en el desarrollo del juicio

En el proceso de un juicio el abogado se encargará de diseñar la estrategia de representación del cliente y el procurador de asegurar que todos los trámites se hayan realizado de manera correcta en el tiempo establecido por ley. 

Relación con el cliente: directa e intermediaria

Por norma general, el procurador suele comunicarse con el cliente por medio del abogado y no tiene una relación tan directa como la que tiene el abogado. Este último se encarga de asesorar, defender e informar a su cliente, lo que le lleva a ser necesaria una relación estrecha y directa, mientras que el procurador se limitaría a comunicarle las notificaciones judiciales. 

Distintos enfoques en las obligaciones legales 

Ambos profesionales cuentan con la obligación legal de preservar el Secreto Profesional, la diferencia reside en que el abogado tiene la obligación de proteger los intereses de su cliente y el procurador cuenta con el deber de de facilitar y colaborar con el sistema judicial. 

Diferencias en el establecimiento de los honorarios 

En cuanto a los honorarios también existen diferencias. El honorario del abogado puede variar dependiendo de la complejidad del caso y del resultado obtenido, dependiendo de lo que se haya pactado con él previamente. Pero en el caso del procurador sus honorarios se basan en el arancel establecido por el Ministerio de Justicia para cada procedimiento, además de cobrar una provisión de fondos para cubrir los gastos del proceso. 

¿Cuándo hay que contar con abogado y procurador?

La asistencia de un abogado y un procurador dependerá del caso concreto y la rama de derecho. Por norma general en aquellos procesos más complejos o cuando la cuantía sea superior a 2000€ suele ser necesaria la presencia del procurador. En el caso de la jurisdicción penal, el abogado penalista siempre es obligatorio, pero el procurador solo cuando se acuerde la apertura de un juicio oral. En las fases judiciales en las cuales nos dirijamos a órganos como el Tribunal Superior de Justicia o la Audiencia Nacional será necesario acudir con ambos profesionales, abogado y procurador. 

El procurador no es necesario en todos los casos judiciales, pero la intervención del abogado siempre es importante (aunque no sea obligatorio por ley) para asegurarnos contar con un buen asesoramiento legal. Hasta el caso más sencillo, puede tener complejidades si no conocemos bien los procedimientos. En la plataforma web Easyabogado podrás encontrar diversos abogados especializados en las distintas ramas del derecho que pueden ayudarte con tu caso.