En un contrato mercantil existe un acuerdo mutuo y voluntario entre las partes y a través de él una persona se compromete a pagar por la prestación de unos servicios determinados.
Un contrato mercantil puede ser constituido por personas físicas o jurídicas.
Para que un contrato mercantil tenga validez se deben cumplir una serie de condiciones. La primera es que las dos partes tienen que dar su consentimiento y deben tener capacidad legal para ejercer sus derechos por sí mismas. El servicio contratado debe estar de manera detallada en el acuerdo y debe cumplir con las leyes vigentes.
El contrato mercantil debe ser redactado de manera clara y precisa mostrando toda la información necesaria de manera detallada, el objetivo es evitar posibles malentendidos o problemas en el futuro.
Dependiendo del objeto que ha llevado a la creación de un contrato mercantil se deben incluir unos factores u otros. La información debe estar bien detallada y se deben tener en cuenta las posibles cláusulas que deben incluirse. Por ello y para evitar conflictos, lo ideal es que el contrato lo redacte o lo revise un abogado especializado en redacción de contratos.
En la actualidad existen diferentes tipos de contratos mercantiles según el objeto del mismo. Algunos contratos se celebran por el intercambio de un bien o prestación de un servicio a cambio de un determinado precio. En otras ocasiones, existen los contratos de colaboración en los cuales una persona o empresa se compromete a prestar un determinado servicio con el propósito de conseguir un resultado concreto.
Los contratos de intercambio y colaboración más comunes son los siguientes:
Los contratos de compraventa por el cual se realiza la compra-venta de un bien.
Los contratos de arrendamiento en el cual una persona ofrece a otra un bien en régimen de alquiler.
Los contratos de obra se celebran cuando una parte se compromete a realizar una obra a cambio de un pago.
Los contratos de suministro por el cual se suministra de manera periódica o continua el suministro de un bien o servicio.
Los contratos de agencia son aquellos en los cuales una persona actúa como intermediaria en representación de una empresa.
Los contratos de franquicia son contratos por los cuales una empresa concede a otra el derecho al uso de una determinada actividad a cambio de una prestación.
Los contratos con las compañías de seguros también son un tipo de contrato mercantil. Así como los contratos de custodia, por los cuales una persona entrega un determinado artículo a otro que se encarga de guardarlo a cambio de un pago. Los contratos que se firman con las entidades financieras cuando realizan préstamos a las personas, son otro tipo de contrato mercantil.
A la hora de redactar un contrato mercantil deben existir una serie de elementos:
Identificación de las dos partes que intervienen en el contrato
Las obligaciones de ambas partes y las consecuencias de no llevar a cabo lo pactado
La duración del contrato, podrían redactarse también las causas que podrían llevar a una finalización del contrato
El motivo por el que se firma el contrato mercantil
La jornada u horario si es necesario cumplir con las obligaciones en un horario concreto
La indemnización en el caso de incumplimiento del contrato
Si es necesario que haya exclusividad debe estar marcado
La forma de pago y la cantidad, así como todos los factores extras que puedan afectar
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