La baja
voluntaria se produce cuando el trabajador decide dejar el trabajo por motivos
personales, debe ser una decisión unilateral tomada por el trabajador en la que
no debe influir la empresa. En algunas situaciones, la empresa pide al
trabajador firmar una baja voluntaria a pesar de que la decisión es tomada por
la empresa.
Es importante mencionar que firmar una baja voluntaria es decisión única del trabajador y que la empresa no puede obligar a su firma, ya que estaría recurriendo a una acción ilegal.
Cuando el
trabajador se niega a la baja voluntaria puede suceder que mantenga su puesto
de trabajo o que la empresa decida despedirle. Aunque finalmente la relación
laboral se rompa, el trabajador no perdería sus derechos.
Para protegerse
el trabajador debería recopilar
pruebas de que la empresa ha intentado obligar a firmar la baja voluntaria. Para
ello, deberá guardar todos los documentos o comunicaciones escritas que se
hayan producido entre ambos y/o grabar las reuniones en las que se haya
comentado el tema.
Una opción
también es firmar como “no conforme”, incluir la fecha real de la firma y
guardar una copia. De esta manera, habrá más posibilidades de reclamar
posteriormente.
Si la empresa te obliga a firmar algún documento del que no estás del todo seguro, lo ideal es acudir a un especialista en derecho laboral que te asesore de la mejor decisión para ti. En la plataforma de abogados Easyabogado podrás encontrar varios abogados laboralistas cerca de tu localidad.
La primera consecuencia de firmar una baja
voluntaria, obviamente, es que se finaliza
la relación laboral. Además, el empleado no
tiene derecho a recibir ninguna indemnización por parte de la empresa ni
a pedir las prestaciones por desempleo de
manera inmediata.
Cuando el
trabajador firma una baja voluntaria no tiene derecho a indemnización, sólo
tendrá derecho a recibir lo que le corresponde de finiquito. En cambio, si el
contrato se finalizó por decisión de la empresa, si recibiría una
indemnización.
Para poder solicitar las prestaciones por desempleo, la persona debe encontrarse en una situación legal de desempleo. Esta situación se produce cuando la persona ha perdido el empleo por razones ajenas a él como un despido o una finalización del contrato de trabajo. Pero la baja voluntaria no es un factor para la situación legal de desempleo y, por lo tanto, no se puede solicitar la prestación por desempleo. Además, cuando una persona firma la baja voluntaria en una empresa y después empieza a trabajar en otra, al finalizar el contrato de esta puede seguir sin tener derecho a recibir la prestación por desempleo en este momento. No hay un límite de tiempo establecido para definir el tiempo que debe durar el segundo contrato y el SEPE podrá analizar cada caso en particular.