Hay muchas razones por las que una persona puede estar interesada en tramitar la doble nacionalidad, un proceso que puede alargarse en exceso y que garantiza muchas ventajas. La doble nacionalidad es una opción muy atractiva para localizar oportunidades, pero si quieres tramitarla correctamente, sin errores que extiendan el proceso aún más, lo mejor que puedes hacer es contratar los servicios de un abogado especializado en extranjería. Y en easyabogado puedes encontrar uno a través de nuestro buscador, o bien mediante la sección ‘pregunta legal’.
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En easyabogado ya hemos hablado acerca de los requisitos para obtener la tarjeta de residencia permanente en España. En este caso, queremos explicar en qué consiste la doble nacionalidad y cómo puedes obtenerla.
La doble nacionalidad es una situación jurídica en la que una persona es considerada ciudadana legal de dos países al mismo tiempo. Esto significa que el individuo tiene los derechos y obligaciones correspondientes a ambas nacionalidades, como el derecho a residir, trabajar, y votar en ambos países, así como cumplir con las leyes y regulaciones de cada uno.
En España, la obtención de la doble nacionalidad puede darse de varias formas. Una de las más comunes es a través de tratados bilaterales que España ha firmado con ciertos países, permitiendo a los ciudadanos de esas naciones adquirir la nacionalidad española sin renunciar a la original. Además, también pueden obtenerla aquellos que, por nacimiento o matrimonio, cumplen con los requisitos legales para ser considerados ciudadanos de ambos países. Sin embargo, hay otras opciones para las que probablemente necesites los servicios de un abogado especializado en nacionalidades.
Opciones para tramitar la doble nacionalidad y cómo hacerlo
La primera opción para tramitar la doble nacionalidad es hacerlo por residencia, es decir, residir legalmente en el país por un periódo determinado, cumplir con requisitos de integración social y cultural y demostrar buena conducta cívica. En algunos casos, es posible que se exija renunciar a la nacionalidad de origen, aunque no es la habitual.
Para tramitar la doble nacionalidad por residencia, debes reunir la documentación requerida, entre la que se encuentra pasaporte, permiso de residencia legal, certificado de no antecedentes penales y de empadronamiento o justificante de medios económicos. Una vez lo hayas hecho, debes presentar la solicitud en el organismo que corresponda, ya sea la embajada o la oficina de extranjería del país al que deseas adquirir la nacionalidad.
Tendrás que superar el proceso de evaluación, que puede incluir entrevistas, exámenes de idioma y cultura o prueba de conocimientos sobre el país. Finalmente, tras varios meses, recibirás una resolución.
En el caso de la doble nacionalidad por origen o descendencia, el solicitante debe ser descendiente de padres o abuelos con nacionalidad de dicho país, acreditar la filiación con documentos oficiales y aceptados por la administración y cumplir con cualquier otro requisito que establezca la normativa vigente en cada momento.
La diferencia en la tramitación reside en la documentación requerida (acta de nacimiento, matrimonio o certificado de defunción de los padres, por ejemplo) y en la presentación de la solicitud (puede entrar en juego el Registro Civil). Es cierto que según el país de solicitud, incluso por este método para tramitar la doble nacionalidad se requiera una entrevista personal.
Mayor libertad de movimiento. Con la doble nacionalidad, puedes vivir, trabajar y estudiar en cualquiera de los dos países sin necesidad de visados o permisos especiales. Esto es especialmente útil para quienes necesitan viajar frecuentemente entre ambos países.
Acceso a servicios públicos y sociales. Disponer de dos nacionalidades te permite acceder a los servicios de salud, educación y seguridad social en ambos países, lo que puede proporcionar una mayor cobertura y opciones en caso de necesidad.
Derechos políticos. Podrás participar en las elecciones de ambos países, ejerciendo tu derecho al voto y, en algunos casos, presentándote como candidato a cargos públicos.
Más oportunidades laborales. Contar con dos pasaportes amplía significativamente las oportunidades de empleo, ya que podrás trabajar en dos mercados laborales distintos sin las limitaciones que imponen las leyes de inmigración.
Protección consular. En caso de que te encuentres en un tercer país y necesites asistencia consular, tendrás la opción de acudir a cualquiera de las embajadas de tus dos países de nacionalidad, lo que puede ser beneficioso en situaciones de emergencia.
En cuanto al tiempo necesario para obtener la doble nacionalidad, en España dependerá de muchos factores, como el país de origen o los tratados que puedan existir (o no) entre ambos países. En cualquier caso, la administración confirma que el proceso se está extendiendo de 1 a 3 años, e incluso más en solicitudes muy concretas.
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