A la hora de vender una empresa se debe llevar a cabo un proceso de planificación que nos permite garantizar el éxito de la transacción, así como cumplir con la normativa y obligaciones pertinentes.
La venta de una empresa es un proceso largo y complicado que requiere de una serie de obligaciones legales, por ello, es recomendable contratar un abogado mercantilista que se encargue del asesoramiento de todos los aspectos legales a tener en cuenta ante la venta de la empresa.
Si no se cumplen las obligaciones que lleva la venta de una empresa el empresario podría sufrir una serie de sanciones que tendrá consecuencias económicas y podría incluso revertir la operación. Por eso, es de vital importancia contar con un abogado especializado.
Si estás ante la venta de una empresa y necesitas asesoramiento legal, en la plataforma web de abogados Easyabogado podrás encontrar un abogado especializado que te asesore con tu caso.
Lo primero que se debe hacer para vender una empresa es recopilar todos los documentos relacionados a los contratos que tiene la empresa y con la constitución de estas, así como la ordenación de los elementos patrimoniales. También se debe tener en cuenta la fiscalidad aplicable en la operación de la venta de la empresa.
Durante todo el proceso de venta de la empresa, se deben garantizar unas condiciones de transparencia y confidencialidad, además la oferta debe ser precisa y clara, sin llevar a equívocos.
Como hemos comentado, tendremos que revisar todos los contratos que tiene actualmente la empresa. Algunos de estos contratos podrán ser transferibles junto con la compañía, pero otros no, por ello, debemos comunicar al vendedor de la situación e informarle de las obligaciones que acarrea y las consecuencias en caso de incumplimiento.
El proceso de la venta de la empresa tiene que ser un proceso totalmente transparente por ambas partes.
Durante el proceso de la venta de la compañía, se llevará a cabo una auditoría para conocer la situación real y actual de la empresa. En esta fase es importante que la empresa se proteja con cláusulas de confidencialidad, ya que saldrá a la luz información que puede ser sensible para la empresa.
Por otro lado, al vendedor siempre se le debe ofrecer información completa y veraz, nunca se debe falsear información con el objetivo de mejorar la oferta o facilitar la compra. No cumplir con este proceso puede llevar a invalidar la transmisión, a tener que pagar una indemnización y en casos graves a un delito de falsedad documental.
El proceso de venta de una empresa, así como su preparación es delicado, lo que lo convierte en un proceso largo. La duración estimada suele ser entre 6 y 12 meses, siendo 9 meses un plazo normal y 12 meses un plazo demasiado largo. En cambio, existen operaciones rápidas que pueden durar entre 4 y 6 meses.
Lo más probable es que el vendedor quiera conocer en profundidad la situación de la compañía, por lo que reorganizar toda la información, ser transparentes y ofrecer información objetiva y actualizada puede agilizar el proceso de auditoría de la compañía.
El primer paso a tener en cuenta es que aunque se venda la empresa, cuando ésta tiene deudas se mantiene un compromiso como gestor hasta los 2 años posteriores a la venta. Además, es importante que las deudas no estén avaladas a nombre del vendedor, porque entonces se complica todo el proceso.
Con la venta de la empresa con deudas será el comprador el que posterior a la compra se haga cargo de las deudas que tiene la empresa.